Violadores del verso

A ver, a mi el rap, el hip hop y toda esta saca de cosas me pillaron ya mayor y con los oídos acostumbrados a otros estilos (que, curiosamente, al principio me daban un dolor de cabeza horroroso).

El caso es que durante años detesté el rap. Lo poco que oí no me gustó nada de nada, la parafernalia que los rodeaba (todo muy rollo 8 Millas y demás adornos pandilleros) me parecía de peli cutre americana llena de retrasados mentales sin personalidad (todos los matones me han parecido siempre tontos) y desde luego no me molesté en investigar más allá.

A mis hermanos, contrariamente, siempre les ha gustado, pero como también les gustaba Camela y todo el resto de gitanadas no se podía tener su criterio musical en cuenta.

Pero va mi hermana y se lía con un "raperillo". Encantador, divertido, introvertido, curioso, cariñoso, inteligente (aunque más vago que la chaqueta de un guardia) y, de rebote, me veo un poco involucrada en el asunto. Discutimos composiciones, rimas, escuché y opiné sobre muchas de sus bases, le oí rapear y conocí a productores y demás especímenes musicales y llegué a la conclusión de que no me gustaba el rap, pero lo que hacía mi cuñado sí.

Las sesiones de grabación son divertidísimas, se curra y se repite muchas veces, pero no te aburres y salen de ellas con las mismas energías o más que con las que entraron.

Y las letras. Tiene letras buenísimas. Casi todo lo que sale por la tele suena a pandilleros brabucones amenazándose unos a otros, pero, alucina, resulta que escriben sobre más cosas.

La chulería y el creerse superiores al resto va con lo de ser rapero. De cara a la galería son Dios, pero luego tienen su punto humilde y son unos payasos como cualquier hijo de vecino.

A pesar de los meses que llevo escuchándole sigo odiando los "ahám" y las semiimprovisaciones en plan "el puto negro os habla" (el "negro" es mi cuñado, con el que nos reímos mucho un día en que, de coña, le explicamos que no, no era negro, y como no era negro más que de nombre no se podía sentir discriminado por los blancos), y esa es una práctica habitual en todos los raperos.

Hoy, haciendo zapping por la mtv, me encontré el video nuevo de Violadores del verso y, por curiosidad, me quedé a escucharlo. Me interesaron, me gustó el resumen de las historias, que cada uno soltara su discurso independiente del resto. Siguen sin gustarme los "ahám" y los movimientos chungos de los brazos, pero al menos ya no los detesto.

¿Habeis oído algo de estos?