Domingo motero

Este domingo, aprovechando que tengo la moto recién puesta a punto (400 € del ala menos que tengo), decidí darme unos de esos placeres solitarios (y no hablo de pajillas). Así que saqué del armarió la cordura, le monté las protecciones duras, me embutí como pude en el pantalon de cuero (joder lo que costó!!! los puñeteros 6 kilos que me sobran se notan) y me fui a coger la moto acabada de encerar (aún se ve bonita cuando está limpia la joía!!!) para hacer unas curvas.

El día estaba nublado, pero hacía una temperatura fantástica. Me dirigí hacía la carretera de la Conreria, una carretera de montaña muy próxima a Barcelona, donde los fines de semana se congregan moteros de toda Barcelona. En la primera pasada, noté la falta de práctica; tocaba el freno bastante antes de lo que tocaba, no entraba en la curva por el sitio, iba cruzado, y no plegaba la moto todo lo que se que es capaz. La prueba definitiva la tuve cuando una Honda 125 CBR me hizo un adelantamiento por fuera, en el angulo de una curva.

Siempre se puede alegar que las motillos tan ligeras tienen un paso por curva más rapido porque se pliegan mejor, que mi BMW es una moto turística y no para hacer curvas, etc, etc, etc, pero no... me pasó de una manera que los caballos de mi moto parecían ponys.

Hice unas cuantas pasadas más, a medida que el recorrido volvía a serme familiar, la moto se iba portando mejor y los recorridos eran bastante más rapidos.

Después de un copioso almuerzo motero, con butifarra of course y de comentar las mil y unas batallitas de moto vividas, me volví a montar para hacer unas cuantas pasadas más antes de ir para casa.

En la útima que hice, a medio camino, divisé la Honda delante de mi, y decidí ver si era capaz de cogerla. Le iba cogiendo terreno, pero creo que vió por el retrovisor que me acercaba y se dió un poco más aire. Aún así y poco a poco, me iba acercando; estabamos muy cerca de una paella, una curva bastante rápida de más de 180º, la tenía muy muy cerca. Mi moto entró por el sitio bueno, el justo delante de mi entró un poco más abierto y se fue a buscar el interior de curva enseguida para cerrarme el interior. Me mantuve en mi trazada, sabiá que si seguía a esa distancia en la salida de la curva le podía pasar por aceleración.

No hizo falta, al cerrarse tanto al principio de la curva, llegó a la arista de la curva muy abierto y tuvo que cortar gas para no marcarse un recto, lo que aproveché para hacerle un interior que le levantó las pegatinas del carenado.

Volví a casa relajadísimo, esto si que es quemar adrenalina!!!