Estimados Reyes Majisimos (The Unforgiven II)

A ver cómo os lo tengo que decir, creo que no es tan difícil entenderme, que tampoco me explico tan mal... o peor.

Cuando pedí lo que pedí, era para algo, pero... de qué me vale que ahora a la entrada de mi pasillo estén sentadas dos esculturales chicas, majas y esas cosas, si una está casada y la otra con novio? de poco tirando a menos. Sobre todo tirando menos.

Así que, claro, no contentos con vuestra ironía y sarcasmo particulares, vais y me sentais delante a una impresionante belleza del país que tiene más miss mundo por metro cuadrado, simpática, dispuesta a ayudar siempre, ofreciéndose incluso, con unas vaqueros ajustados quepaqué... y, como hoy, una blusa ceñida cuyo último botón abrochado (y el último desabrochado también) estaba estratégicamente situado. Ya claro, ¿qué más podía pedir, no? Hummm, pues que no estuviera casada y no tuviese una hija de apenas meses, sería un buen comienzo.

Si empezamos así a dos días de vuestra venida, no sé qué pasará de aquí al año, no sé...