el miedo
bueno, después de plantar los últimos tres árboles que podré comprar de aquí a.... (mañana tengo que ir a marcar con una cinta roja los que voy a mangar este invierno del campo para trasplantar a mi parcela.. una ya no puede ir al vivero...), de plantar los esquejes de trepadoras que me dió el aikidoka de serranillos (a ver si sale alguno), de cavar un poco y regar... o sea, después de dos horitas de jardín.. me siento mejor.
dándole vueltas a la cabeza pienso:
a mi lo que me falla es el miedo, miedo a la gente, miedo al rechazo, a las malas caras, miedo al NO.
y es por eso que es mentira la famosa perorata "tú lo que vales es para comercial", pq sólo de pensar que me tengo que meter en una tienda a intentar vender mi producto, me cago las patas abajo.
y es eso exclusivamente lo único que hace que yo ahora no tenga mi propia marca funcionando de manera estable.
lo que es penoso es que además lo sé y no le pongo remedio... aunque quizá baste que pase una cosa de estas para que una se arremangue y se lance al abismo tiendil...
estaba pensando en simplemente como terapia, coger el lunes y plantarme en una tienda allí a hablar... debería hacerlo.. Todo esto viene a que, después del anuncio del descalabro económico ayer, me dió el rebote y me anuncié, junto con mi santo, como quiromasajista en casa o a domicilio, en el foro de la urbanización... pa qué mas...
al día siguiente ya estaba editando el anuncio y quitando el nombre y el contacto de mi santo... y ya no iba a colgar los carteles en las farolas.... a la tarde ya tengo que editar lo de ir a casa de los demás... no sea que me "violen" (lo que hay que oir...)... y probablemente mañana, elimine el anuncio...
pero entre lo evidente, también lo hago porque coñe, yo soy diseñadora, me encanta mi trabajo, lo hago decente, me emociona ver un buen producto, me pone la piel de gallina, (cosa que no me pasa haciendo masajes), disfruto con ello... y creo que tendría que luchar un pelín más... y conseguir que los dos clientes que me quedan, me paguen mensual y regularmente, lo que necesito para pagar la hipoteca, los autónomos y comer... y luego ya me buscaré yo la vida para poder llegar a la situación que me permita realizarme personalmente y económicamente lo justo como para poder irme de viaje y poder seguir comprando árboles... osea, vendiendo yo misma mi propia marca en las tiendecitas de los cojones...
anda que no tengo ahí un reto...
anda que no!
5 comentarios:
¿Y donde está el problema? anda, arremángate y ves a hacer lo que quieras, que vas a ser la mejor, o como tú dices, la segunda mejor.
Ya me contarás con detalle lo que ha pasado, pero seguro que de peores has salido.
Venga, con un par!!!!! y si no te llega te dejo algo (poco va a ser).
Me voy a dormir la tajá, ya te contaré ya....
Solo hace falta que todo eso te lo propongas a tope, que te lo marques tú misma como reto! que te valores en una palabra. Me da a mí que tú vales mucho nena!.. (dónde he oído eso??)
Un abrazo lleno de fuerza;;))
Buen finde!!
El trabajo de comercial es de los más difíciles que hay, porque tu productividad no depende tanto de tu saber hacer como de las ganas de comprar cosas de los demás...
¿Y no te compensaría contratar a un comercial? Aunque, bueno, todo es que pruebes y compruebes qué tal te va.
Se nota que la gente no conoce a los comerciales de mi empresa.
Descartando un relativamente bajo porcentaje de población que no te comprará ni agua en el desierto (entre ellos, yo), la gente compra todo aquello que seas capaz de presentarle de manera que crea necesitarlo y que le suponga una ventaja para su vida cotidiana, y/o que le distinga de los demás.
Difícil? posiblemente no sea lo más fácil del mundo, pero es cuestión de práctica.
Si yo, que no es que no se me de (que no se me da), es que odio la idea de hacerme comercial, he pasado por ello (y sin ser en absoluto mi cometido, hay que joderse), cualquiera puede.
si, pero quien no quiere o no le gusta ser comercial, en la mayoría de los casos es porque le da miedo la gente, le da miedo el "no me interesa", el tener que convencer, el reconocer que es el cliente el que tiene el poder y no tú., pero si lo miras desde otro lado, al "cliente" le gusta que le aconsejen, que le hablen, que le hagan caso (lo mismo que a nosotros) y quizá sólo por eso ya consigas algo...
por lo menos a mí me pasa, me enseñan miles de tejidos, pero haré más caso de aquellos cuyo comercial me cae mejor y luego me sirva mejor, que si viene un tipo, me enseña la colección por paquetes, no dice una palabra y está mirando el reloj. A este no le compro ná...
pero como yo siempre he sido más bien "transparente" (aunque por lo visto ultimamente no tanto) he tenido miedo de que los demás notaran que no quería hablar con ellos o que me aterrorizaba su desprecio.. ya ves.. con la cantidad de ostias verbales que he sufrido en propias carnes... ahora que lo pienso no creo que ninguna pueda ser ya peor...
esto de pensar "en alto" me ayuda mucho, la verdad.
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