O "De cómo ha cambiado el Sistema Métrico Internacional (SMI) desde que fui a la escuela".
Porque uno claro, se propone las cosas y, según sea, antes o después las acaba haciendo, que no todo es procrastinar en esta vida. Así, todavía tengo pendiente hacer el video de la boda de mi prima, desde Octubre que se casó. He tenido excusa porque hasta febrero no tenía pc con potencia suficiente como para editarlo, y hasta abril tenía otro proyecto absorbiéndome el tiempo, pero ya van casi dos meses sin tocarlo.
Otra de las cosas es que allá por enero decidí que, ya de una vez por todas, tocaba ponerse a hacer algo de deporte. Es un clásico de los prometoquevoyahacerlo-ahoranopuedo-yasiesomañana-buenoyaveremos. Incluso me compré las correspondientes deportivas en el decathlon allá en las rebajas... y las estrené ayer.
Así que allá me fui, ávido de nuevas sensaciones, a correr donde la Torre de Hércules, que así al ladito del mar, con la brisa, el olor a salitre y haciendo deporte... hummm, malo será que no haya una turista que se fije en este... hercúleo ser humano.
Ya la cosa apuntó mal desde el principio, porque el vientecillo que teníamos en la zona era un tanto... dejémoslo en molesto tirando a tocagónadas, pero nada, soy inasequible al desaliento, frase que no sé traducir a otro idioma y que, desde ayer, creo menos en su verosimilitud en mi caso particular.
Y es que a los cinco minutos de empezar a correr, a ritmo normal, cuesta para arriba, cuesta para abajo (que las hay, cortas pero con pendiente pronunciada), percibí un cierto en la boca regustillo a pulmón, lo que indicaba la proximidad a dejármelos atrás... ¿remedio? muy sencillo ¿pero para qué correr si se puede ir andando? si total no hay prisa... y la rubia con pinta de modelo francesa que tienes delante ya va con el calvo de al lado y con la única persona con la que estableces contacto es un tio para que le saques una foto con sus dos amigos...
Triste, muy triste, pero uno puede estar sin aliento aunque no desalentado, así que hoy voy y repito. Decido, eso sí, que las rampas están para otra cosa, así que opto por la cuasi-horizontalidad del paseo marítimo (Domus-espigón), que sí tiene desnivel, pero es apenas perceptible al pasear.
Además, uno ve que aquí hay más gente haciendo lo mismo, ya sea corriendo a todo trapo, como algunos grupos de jóvenes, o bien más a lo andando, que algún jubilado también se pasea por allí.
Tras lo del día anterior me digo a mí mismo que mejor un ligero trote, que ya si eso lo de correr para cuando pase al nivel dos. Así que justo donde pone "paseo marítimo, km 4" voy y me pongo a ello, sol a la espalda, plin, plan, plin, plan... Cuando creo que ya está bien trotar, y que no va a ser todo ir rápido, sino que mejor alternar (que además el sol está más bien fuerte y no es plan exagerar), me pongo a andar... y es entonces cuando veo "paseo marítimo, km 4,5"...
Así que estoy decidido a que mañana por la mañana, en vez de ir a trabajar, iré al ayuntamiento a reclamar, que qué es eso de usar aquí medidas de distancia que no son oficiales ni pertenecientes al SMI... ¡habráse visto!
Y por la tarde a correr.